Transpolación

Adelante se encontraba un mar de personas, la vista no alcanzaba para ver más allá de cinco metros, luego de eso solo crecían las dudas sin mencionar la ansiedad por terminar la visita aquel lugar.
no paso ni el primer minuto cuando el tren ya estaba en la estación, imponente y cargado de alegría, entusiasmo y alivio, era el profeta más aclamado por sus predicciones a futuro que siempre se cumplían, todo un profesional.
las personas avanzaban al interior de los vagones, el clima afuera era terriblemente caluroso, pero el interior de aquel carro de metales variados estaba tan frío como los materiales que lo constituían en su mayor parte, las personas suspiraban de alivio al verse liberados de un peso sobre sus hombros.
El tren comenzó a moverse, todo tras el vidrio quedaba atrás, ya era hora de salir de aquel lugar, volver aquella experiencia en una escena de película. La música resonaba en mis oídos, no pasaría mucho tiempo antes de que me diera cuenta de que... ya estaba fuera de aquel lugar, era real, sentía el frío viento cortar mi cara, entrecerré mis ojos para poder ver mejor el paisaje nocturno que parecía un mundo diferente y recordé que la noche siempre transformaba las apariencias a algo nuevo, hermoso y a veces aterrador, pero en aquel instante todo era hermoso y único.
El ruido ensordecedor en mis oídos, ya no eran las voces de aquellas personas que hablaban al mismo tiempo y que abarrotaba el vagón al punto de que sus voces superaban el ruido del mismo tren, tampoco era la música, ahora era el mismo tren que apagaba mi audición cuando el sonido de sus ruedas moviéndose por los rieles rebotaba de las paredes de cada túnel que cruzábamos, pronto fui consciente del resto de mi cuerpo, casi entumecido por el frío, mis manos se aferraban a una barra de algún metal o material que me mantenía alejado de la linea de alto voltaje que literalmente freiría mi cuerpo entero con solo rozarlo.

El final del viaje no tardo en llegar, baje triunfante y sonriente sabiendo que había cumplido un sueño.